Lo que crees, lo creas.

Existe una diferencia abismal entre «me gusta» y «me encanta». Lo primero denota una aceptación, una conformidad; lo segundo, una pasión, un deseo profundo. En la vida, a menudo nos conformamos con lo que nos gusta, sin darnos la oportunidad de buscar aquello que realmente nos encanta. Y es precisamente en esa búsqueda donde reside la magia de «lo que crees, lo creas».
Mi historia ilustra este principio de manera elocuente. Necesitaba un mueble y, como muchos, recurrí a la búsqueda online. Encontré una opción que me «gustaba», y en mi mente comencé a idealizarlo como la solución perfecta. Sin embargo, los plazos de entrega no se ajustaban a mis necesidades. Ante esta limitante, decidí visitar la tienda física, no solo para acelerar el proceso, sino también con la esperanza de encontrar algo aún mejor.

Fue entonces cuando ocurrió la revelación: allí estaba, el mueble que me «encantaba». Superaba con creces mis expectativas iniciales. En ese momento, comprendí que conformarme con lo que me «gustaba» me habría privado de la satisfacción de encontrar algo que realmente amaba.
Esta experiencia me dejó una valiosa lección: nunca debemos conformarnos con lo que simplemente nos gusta. Debemos aspirar a lo que nos encanta. Este principio se aplica a todos los aspectos de la vida: desde la búsqueda de un objeto material hasta la consecución de metas personales y profesionales.
¿Cómo aplicar «lo que crees, lo creas» en tu vida?
- Define claramente lo que te encanta: Tómate un tiempo para reflexionar sobre tus verdaderos deseos. ¿Qué te apasiona? ¿Qué te hace sentir vivo? Define con precisión lo que buscas, ya sea un objeto, una relación, un trabajo o un estilo de vida.
- Visualiza tu objetivo: Una vez que tengas claro lo que te encanta, visualízalo como si ya lo hubieras alcanzado. Imagina los detalles, las sensaciones, las emociones. Esta práctica te ayudará a fortalecer tu creencia en la posibilidad de lograrlo.
- Cree en tu capacidad: Confía en que tienes el poder de crear la realidad que deseas. Elimina las dudas y los pensamientos limitantes. Recuerda que «lo que crees, lo creas».
- Actúa con determinación: La creencia sin acción es estéril. Da pasos concretos hacia tu objetivo. No te conformes con la primera opción que aparezca. Sigue buscando hasta encontrar aquello que te encanta.
- Sé flexible y adaptable: El camino hacia tus sueños puede tener desvíos inesperados. Mantente abierto a nuevas posibilidades y ajusta tu rumbo si es necesario. Recuerda que la perseverancia es clave.

En resumen, «lo que crees, lo creas» es mucho más que una frase motivacional. Es una filosofía de vida que nos invita a no conformarnos con la mediocridad y a buscar la excelencia en todo lo que hacemos. Atrévete a soñar en grande, a creer en tu potencial y a perseguir aquello que te encanta. ¡Los resultados te sorprenderán!
Espero que este artículo te sea de utilidad. Si necesitas algo más, no dudes en pedírmelo.